Eva Martín. Cuentan las crónicas de la hermandad, que la imagen del Cristo de Gracia "fue realizada por los indios de Puebla de los Ángeles algunos años antes de 1618, fecha en la que fue donada al convento de Nuestra Señora de Gracia de Córdoba por Dª Francisca de la Cruz. Una hechura fruto del encargo de un cordobés llamado Andrés Lindo, que lo envío a España, donde su hermana Francisca de la Cruz lo donaría a los Padres de Gracia.
Fue precisamente el día 4 de febrero de 1618, cuando se preparó una procesión para llevar la imagen hasta su destino, surgiendo una disputa con los clérigos de San Miguel por la procesión de la imagen, que llegó finalmente al convento de los Padres de Gracia donde se realizó su donación. Una vez allí en el convento que los trinitarios descalzos habían ocupado años antes, y quizás influenciados de su gran devoción por la Virgen de Gracia, el Cristo recibió el nombre de tal advocación".
Ahora, cuando comienza a vislumbrarse en el horizonte el cuarto centenario de su llegada, la hermandad de la que es Sagrado Titular ha presentado al pueblo de Córdoba el logotipo conmemorativo de tal efemérides, tras la emotiva plegaria joven que ha regalado a los asistentes la hermana Carmen Blancat Luque. Una metáfora gráfica, única y singular, fruto de la creatividad de Setefilla Linares, hermana de la cofradía, que se configura como una mezcolanza de los colores trinitarios al tiempo que evoca la grandiosidad inabarcable del caminar poderoso que cada Jueves Santo encandila a la Córdoba Cofrade a orillas de la devoción infinita de quienes le aman y veneran.
Una presentación que se convierte en el preámbulo de una celebración que comenzará justo dentro de un año y que estará, con total seguridad, cargada de interesantes acontecimientos que iremos desgranando de manera paulatina.
Una presentación que se convierte en el preámbulo de una celebración que comenzará justo dentro de un año y que estará, con total seguridad, cargada de interesantes acontecimientos que iremos desgranando de manera paulatina.