Bajan las aguas lamentablemente revueltas en la Sevilla Cofrade y no precisamente por las sendas destituciones sufridas por Antonio Santiago y sus declaraciones posteriores, sino por asuntos de mucha mayor gravedad y un trasfondo de mucho mayor calado. Y es que nunca es plato de buen gusto mezclar en la misma noticia a cofradías y a tribunales. Lamentablemente así viene ocurriendo con dos corporaciones sevillanas en los últimos tiempos, La Lanzada y El Valle, sumidas ambas en dos asuntos poco gratificantes cuyas consecuencias aún se hallan en el aire.
En la caso de la Lanzada, ya se encuentra presentado en la Fiscalía Provincial de Sevilla el escrito contra quien fuera hermano mayor de la corporación, Juan Antonio Pérez Tarascó, a costa del espinoso asunto del columbario, un capítulo del que hemos venido informando puntualmente en Gente de Paz que se desarrolló en el verano de 2012 cuando, presuntamente, las cenizas de hermanos fallecidos depositadas en el recinto fueron trasladadas sin el conocimiento y la autorización de sus familiares. Un tema ya de por sí oscuro, alimentado por la supuesta recomendación de Palacio de ocultar los hechos para evitar un escándalo que ha terminado por estallar en las manos de todos los hermanos de la cofradía, que nada de culpa tienen en todo esto y que son los que más dolor están sufriendo.
Por su parte, El Valle se halla sumida en un tristísimo escándalo a resultas de las presuntas irregularidades en sus cuentas. Un asunto que estalló a raíz del supuesto desfalco del que muchos medios de información hemos venido dando cuenta en los últimos meses –no les quiero aburrir repitiendo lo que ya conocen sobradamente- y que esta misma semana ha vivido un nuevo capítulo tras la información publicada por el diario digital sevillano XYZ en el que se afirmaba la existencia de nuevas irregularidades en las cuentas del periodo 2011 y 2015, en virtud de la auditoría realizada para su análisis a la que, al parecer, han tenido acceso los compañeros del mencionado diario. La posterior advertencia de emprender acciones legales si no se rectificaba la información, emitido por la Junta de Gobierno de la Corporación del Jueves Santo, y nuevas informaciones acerca de una hipotética caja B en su contabilidad, siempre según los datos aportados por XYZ, permiten aventurar que este tema dista mucho de quedar esclarecido.
Sea como fuere ambos asuntos deberán quedar aclarados en sede judicial. Queda esperar que así sea y que la imagen de ambas hermandades no se vean afectadas más allá de lo imprescindible. Al mismo tiempo cabe preguntarse si estos hechos, más propios de las páginas de tribunales y sucesos que de cofradías podrían ser, fundamentalmente en el caso de la presunta contabilidad B, la punta de iceberg de otros casos de similar naturaleza en un mundo habituado a realizar las cosas de un modo demasiado "tradicional", exento de la profesionalidad precisa y del debido celo para lo que se ha de exigir a entidades de tanta trascendencia social y que manejan cuentas de un tamaño considerable. Como a alguien le dé por seguir investigando, en Sevilla o en cualquier otro lugar, igual nos llevamos más de una desagradable sorpresa.
He dicho
Sonia Moreno
Foto ABCdeSevilla