Carlos Gómez. En las últimas semanas en Gente de Paz venimos dando cuenta de una gran cantidad de noticias que confirman la relación existente entre diversas hermandades y las formaciones musicales con las que mantienen vinculación en virtud de la renovación de los contratos suscritos por ambas partes.
No obstante, no siempre se perpetúa en el tiempo esta relación por diversos motivos indisolubles a cada circunstancia concreta. En ocasiones es la pérdida de confianza la que determina la ruptura, en otras existen motivaciones de índole económica, y finalmente es a veces el deseo de la banda de cambiar de aires, lo que provoca que la relación deje de tener vigencia.
El aspecto económico ha sido la causa del cese de la desvinculación que han mantenido en los últimos tres años la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Redención de Sevilla y la Hermandad del Resucitado de la ciudad de San Rafael. Una ruptura que, más allá de la postura mantenida por la Corporación de Santa Marina en relación al traslado de la Carrera Oficial de Córdoba al entorno de la Catedral, aprobado por mayoría en la Asamblea de hermanos mayores, se convierte en la primera gran decisión de carácter meramente interno de la nueva Junta de Gobierno presidida por Francisco Ruiz Abril.
Una desvinculación entre las partes que deberá tener ahora su necesaria continuidad en la formalización de un contrato con una nueva formación musical para cuya concreción los rumores llevan circulando con insistencia por los diversos mentideros cofrades varias semanas. Rumores que con total seguridad están a punto de dilucidarse.