Carlos Gómez. Una de las grandes cualidades de la Sevilla Cofrade es el infinito respeto hacia sus tradiciones heredadas, aquellas cuyo origen se pierde en los confines del tiempo y las que se han ido cimentando paulatinamente en los últimos años convirtiendo la novedad en costumbre arraigada.
Una de estas costumbres de nueva factura, es el traslado público que la Pura y Limpia del Postigo protagoniza hasta el Convento de la Encarnación (vulgo Santa Marta) de la Plaza de la Virgen de los Reyes, para la celebración de sus cultos anuales. Un traslado que tendrá lugar este sábado 26, a las 12 horas tras el rezo del Ángelus.
Como viene siendo tradicional en la última década, el traslado público se hará en el propio paso procesional, de forma sencilla y precedido por un breve cortejo, discurriendo por el itinerario habitual Tomás de Ybarra, Adolfo Rodriguez Jurado, Santo Tomás, Plaza del Triunfo y Plaza Virgen de los Reyes.
El paso procesional será portado por la cuadrilla de costaleros de la Pura y Limpia, a las órdenes de Francisco Javier Díaz Espinosa, quien lleva a cargo del mismo desde que se recuperara la salida procesional de la imagen lefítica.
Con este día tan especial, arrancan unos nuevos cultos a la Pura y Limpia Concepción, que darán comienzo al día siguiente y que la Hermandad afronta con la mayor de las ilusiones y devociones, siendo vivos mantenedores de la Sevilla Inmaculista.
Una cita a la que la Corporación anima a participar a todos los hermanos y devotos acompañando a la Santísima Virgen María por las calles de Sevilla y en la Novena que le rinde culto, para mayor gloria de María Inmaculada y de la Santa Madre Iglesia.
Foto M. J. Rodríguez Rechi