Este miércoles, una de las agrupaciones musicales señeras de la Semana Santa a nivel nacional, la AM Nuestra Señora de la Estrella de Dos Hermanas, cumplía ni más ni menos que 47 años desde su fundación, una celebración que no muchas agrupaciones musicales que hoy en día sigan en activo puedan igualar. La Madre y Maestra de este estilo, la AM Santa María Magdalena de Arahal celebraba en 2013 su 50 aniversario fundacional. Y con la celebración de estas efemérides, llego al punto de pensar en el origen de estas formaciones musicales.
De aquellos pasos acompañados por las bandas militares, y por seguir hoy por la esencia pura de lo que son lo que hoy día llamamos Agrupaciones Musicales, cuando allá por los años 40 se fundara en Eritaña la Banda del Tercio Móvil de la Guardia Civil, siendo conocida después como Agrupación Musical de la 2ª Comandancia Móvil, la cual acompañó a no pocos pasos en la capital hispalense, pero no solo con el sonido de las cornetas y tambores que era usual escuchar en las bandas militares, la incorporación de saxofones, trompetas, trombones platillos y gaitas -que yo siendo del norte no me asustaría tanto, pero quien le diría a un sevillano que un paso a costal sería acompañado por gaitas allá por los años 50-
La revolución causada por el Subteniente Martín ha llegado a hoy día con la transformación e incorporación de nuevos instrumentos, el relego de otros como las gaitas, que, salvo en raras ocasiones, se han escuchado últimamente en las agrupaciones musicales. La celebración de los "boinas" de Sevilla, es decir, el 30 aniversario celebrado por la AM Virgen de los Reyes, y la recuperación de aquella agrupación de antaño, de sabor añejo, hizo que yo descubriera y sintiera pasión y admiración por las marchas clásicas, algo que tengo que agradecer a mi amigo Francisco Javier Núñez, que me empapó de ese clasicismo cuando esa inquietud me asaltó siendo yo miembro de la AM Santa Marta y Sagrada Cena de León, y quien siempre tuvo un momento para contarme la historia de marchas que yo desconocía.
Ese sonido añejo que se fue perdiendo con el paso de los años, aún sigue vivo en muchas marchas, y como no, en formaciones musicales de nueva creación como la Veterana de Sevilla, pero todavía sigue vivo y latiendo entre las bandas que no han olvidado el repertorio de esa época autodenominándose herederos de Eritaña, cuando marchas que yo llamo clásicas, como Tantum Ergo, La Salve, La Santa Espina, Saeta -no confundir con la de Joan Manuel Serrat- suenan por las calles en Semana Santa.
Hace pocos meses, la grata noticia de que el insigne compositor Antonio Velasco había descubierto composiciones inéditas del Subteniente Martín y su herencia musical volvería a ser escuchada por todas al haberse puesto sin dilación Vicente García, director de la Veterana de Sevilla, a montarlas con su agrupación de cara a un futuro no muy lejano.
Los sonidos de antaño recuperan terreno, la música del Subteniente Martín, del siempre recordado Manuel Rodríguez, vuelven a escucharse tímidamente en cada vez más sitios, y quién sabe, si no en un futuro no muy lejano, no se funden más agrupaciones que pretendan llevar y hacer recordar, aquel sonido de gaitas, melódicas, flautas dulces y liras a cada vez más sitios.
No olvidemos de donde venimos... para saber adonde vamos.
Adrián Martín