Joaquín de Sierra i Fabra. Suspira el querubín por el año que se va y por el que vendrá, conociendo que todo en la historia es pendular y que, por tanto, todo lo que recientemente pasó ya ocurrió en tiempos remotos y volverá a llegar en los futuros.
Suspiros alados por aquellos tipos duros que en los años duros ya manejaban muchos duros y decidieron regar el jardín cofrade prometiendo convertirlo en un vergel mientras el agua se escapaba por pequeños agujeros que perfectamente conocían.
Suspira el ángel por aquellos señores que decían descender del noble linaje de Don Pelayo y no tenían grandeza para perdonar a las arcas comunes ni la nota del aparcamiento ni la de un juego de puntillas y es que hay fortunas amasadas a base de grandes recaudaciones y otras cerrando el puño con mucha fuerza.
Fuente Fotográfica
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