Escribo este artículo a raíz del decreto de Monseñor Mazuelos, Obispo de
la diócesis de Jerez, que enlazo a continuación.
No sé si simplemente es cosa mía o es la realidad, pero tengo la
sensación de que de unos años hacia aquí, se celebran salidas extraordinarias
por razones insulsas. No voy a entrar en ejemplificaciones para no herir a
nadie, puesto que no es mi intención. Particularmente, el año 2013 ha estado rebosado de
procesiones extraordinarias: entre Vía-Crucis Magnos, salidas extraordinarias
de titulares, Mater Dei… Todo cobijado bajo el manto del Año de la Fe. Será que
soy muy malpensado, pero creo que esto del Año de la Fe ha sido la excusa
perfecta para atiborrar las calles de pasos durante todo el año.