¡Jesús ha resucitado! Se
anuncia a toda la ciudad desde Santa Marina con un repique alegre de campanas.
Gloriosa Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo que da sentido a la fiesta
vivida en la ciudad los siete días precedentes. Se cierra el círculo y todo
parece cobrar nueva vida. Quedémonos con el sacrificio de Dios hecho carne que
da la vida por nosotros. Por aquél que ha vencido al pecado en la Cruz y a la
muerte en la jornada de hoy. Reflexionemos y meditemos sobre el ejemplo dado
por el Salvador y apliquémoslo a nuestro día a día.
Quedan en nuestra retina miles
de imágenes que solamente volverán a repetirse, si Dios quiere, dentro de un
año. Nazarenos en las calles, cera ardiendo, alegres niños vestidos de monaguillos,
brillantes canastillas doradas, bordados exquisitos, días de calor
despreocupados de la evolución del frente que tal vez, quién sabe, entre en
unas horas por Huelva y… Dios sabe si llegará a Écija y después a la ciudad de
la Mezquita. Todo ello volverá. Pero será dentro de un año.
No obstante, a pesar de ese
vacío que parece quedar en el interior de cada cofrade en el día de hoy, las Hermandades
no han terminado su labor en el presente curso (salvo muy contadas
excepciones). Los miembros de Juntas de Gobierno lo saben perfectamente. Toca
ahora el trabajo callado que hace que la ciudad tenga vida en mayo con sus
Cruces y que permite que haya algunas casetas decentes (muy alejadas de las de
muro de piedra sin enlucir ni siquiera pintar, con chinos en el suelo y que
incompresiblemente sobreviven a día de hoy pese a las promesas del Partido
Popular en la campaña de las anteriores elecciones municipales) en la Feria de
Nuestra Señora de la Salud. Ahora nos toca a todos apoyar económicamente a las
Hermandades, porque muchas tienen que sanear sus cuentas haciendo un trabajo
nada grato en este próximo mes. Si no es así difícilmente podremos exigir
mejoras en el patrimonio que las mismas ponen en la calle cada año o en la obra
social que las propias corporaciones realizan con los más desfavorecidos de
nuestra sociedad. Incluso fíjense lo que les voy a decir: no estaría nada mal
que se hicieran ustedes hermanos de la Cofradía que le ha regalado minutos e
incluso horas de gozo esta Semana Santa y le aportasen su granito de arena para
facilitarle la existencia el resto del año. ¿No creen que no sería nada
descabellado?
La Semana Santa de 2014 ha
finalizado. Todo pasa y todo queda, que decía el verso. Pero el trabajo sigue.
No hay punto y final, ni siquiera punto y aparte. Aquí solamente hay un punto y
seguido para nuestras Hermandades. No sientan pena por el final de la Semana
Mayor. Esto ya mismo está aquí de nuevo. Consuélense al menos pensando que
mañana, Lunes de Pascua, seguramente Luís Miranda publique su último texto
sobre Cofradías de Penitencia de este año y, francamente, ¡esto sí que es un
alivio!
Marcos Fernán Caballero
Recordatorio Candelabro de cola: ¡A la Gloria!