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jueves, 10 de septiembre de 2015

Aparecen nuevas pintadas en el busto del difunto párroco de la Trinidad


Antonio Botella. La Parroquia de San Juan y Todos los Santos ha tenido a bien conmemorar en el presente año el cincuenta aniversario de la Obra Pía de la Santísima Trinidad, poniendo en reconocimiento la labor de su fundador: D. Antonio Gómez Aguilar. Es por ello que se han celebrado varios actos meses atrás, tales como un Quinario extraordinario con las tres tallas cristíferas pertenecientes a la iglesia parroquial, una exposición acerca de la obra y testimonio del sacerdote o la bendición de un monumento en su honor.

Precisamente, en dicho busto, José Juan Jiménez Güeto ha hallado este jueves unas pintadas sobre el mismo, así como unas quebraduras en el basamento que sustenta a la estatua que ejecutara el cordobés José Manuel Belmonte. "Hoy nos despertamos con una agresión al monumento del sacerdote Antonio Gómez Aguilar", ha manifestado el actual párroco de La Trinidad a través de las redes sociales. 

Por tanto, se trata del segundo ataque vandálico que sufre dicha efigie, situada en la esquina de la Avenida de la Victoria y la calle Lope de Hoces, en el periodo de seis meses, puesto que el pasado 10 de abril tuvo lugar el primer incidente de esta índole, consistente en el pintado de una mancha roja sobre las manos de la escultura, un símbolo político, una cruz invertida y la frase "ayudar, pero no adoctrinar".

No obstante, este tipo de sucesos no cesan aquí, dado que el pasado mes de febrero el mismo Jiménez Güeto también encontró unas pintadas, si bien, en aquella ocasión, se visualizaban en la fachada principal del templo. Con la frase "la iglesia que ilumina es la que arde", empleada durante la II República para justificar la quema del patrimonio religioso, se pretendió amenazar tanto a la mencionada sede como a la Iglesia Católica.








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