Se acaba el año 2015 y comienza fuerte el 2016 con los carnavales y las igualás de costaleros abriendo los regalos de Reyes. Un año en el que ha habido de todo y hasta Martínez Ares espoleado por el Kichi ha vuelto. Los carnavaleros buscaban a Jack, como en aquel anuncio de colonia en que la mujer de cuero y escote sugería lo que le iba a hacer si se lo encontraba, y Jack ha vuelto y más de uno se está tentando las ropas. En las hermandades ha habido tanta extraordinaria que ya todo es normal hasta el lío con la segunda puerta y las dos o tres carreras oficiales que hay gracias a la Alcalda, la exalcalda, el concejal de las gafas y el expresidente saetero.
Se acaba el año en que todas las hermandades salieron y se entregaron más pines de oro que diplomas Olímpicos se darán este verano en Río de Janeiro. Año en el que el Abesé puso de moda las iniciales pa' firmar artículos y en el que comenzaron a dar las noticias de Semana Santa como en Canarias, pero en vez de una hora más tarde un día o dos y algunas con sospechosos parecidos. Aunque eso es bonito porque reconocen el mérito de los chicos del ordenador y el tiempo libre. El año también de las fotos de los nazarenos y de los reglamentos costaleriles. El año chino de las hermandades, el que viene es el japonés.
Juan Antonio Martínez Aragón