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sábado, 16 de enero de 2016

Candelabro de cola: El síndrome de Peter Pan y las Cofradías de Córdoba


El síndrome de Peter Pan se popularizó en el mundo de la psicología con la aparición del libro The Peter Pan syndrome: Men who have never grown up (El síndrome de Peter Pan: hombres que nunca crecen) obra de Dan Liley. Afirman los psicólogos que, quienes padecen el citado síndrome, se caracterizan por la inmadurez en determinados aspectos psicológicos y sociales. La personalidad es en cuestión narcisista e inmadura. El individuo crece, pero la representación interna de su yo es el paradigma de su infancia que se mantiene a lo largo del tiempo. Entre las características propias de los sujetos afectados por el síndrome de Peter Pan están: la irresponsabilidad, la rebeldía, la arrogancia, la dependencia, la manipulación y la sensación de hallarse por encima de las leyes de la sociedad y de las normas que la misma establece. Estas actitudes son únicamente un medio para protegerse de sus propias inseguridades.

Con escasa capacidad de empatía o de abrirse al mundo de las personas mayores, son percibidos por los demás como individuos fríos, poco dispuestos a darse o a prestar colaboración.

¿Que a cuenta de qué les he soltado la parrafada anterior? Pues en concreto porque, en base a la falta de acuerdo por parte las Hermandades del Lunes Santo para hacer Estación de Penitencia en el interior de la Catedral, lo primero que me vino a la mente el concepto del síndrome de Peter Pan que en mis años universitarios aprendí. Tengo la firme convicción de que el mismo ayuda a explicar el motivo por el que la misma no ha llegado a buen puerto así como, del mismo modo, nos es válido para comprender muchas actitudes de nuestras Cofradías: mi cortejo lo componen niños, nosotros no somos como los sevillanos, la ciudad no acompaña en nada, es imposible aumentar el número de hermanos, esta es toda la obra social que podemos hacer... No me dirán que todo esto no les suena, ¿no?

La mayoría de las Hermandades de Córdoba son como niños que no quieren crecer. A veces pienso que lo hacen con el único ánimo de inspirar pena y compasión. Buena excusa, qué duda cabe, para no asumir las responsabilidades que a las mismas les corresponden. Dijo La Rochefoucauld: 

"Si tuviésemos suficiente voluntad, casi siempre tendríamos medios suficientes".

Cita para hombres, no para niños.


Marcos Fernán Caballero








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