Blas J. Muñoz. En lo meteorológico, la jornada del Miércoles Santo volverá a ser complicada o así lo expresan las predicciones que dictan una primera parte de la tarde revuelta. En lo emocional se antoja extraña la certeza de no contemplar, junto al palio de la Paz, una imagen que es parte de su fisionomía, de su esencia, que se materializa en la ausencia de Rafael Muñoz, la cual -no por sabida- no dejará de ser ausencia a fin de cuentas.
Si el tiempo lo permite, el Miércoles nos dejará el paso de la Hermandad de la Paz por Fleming (no por Deanes), la llegada de Misericordia y Palmeras a la Catedral, el paso exclusivo por el Patio de los Naranjos y una sinfonía de horarios ajustados.
También se constatarán los primeros avances del nuevo Palio del Rocío y Lágrimas y el estreno de Jesús Ortigosa como titular de la cuadrilla del Mayor Dolor, de la Hermandad del Calvario. Así como el estreno de la BCT Sayones de Pozoblanco en la capital del Guadalquivir. Una jornada intensa y novedosa en algunos de sus extremos que la hacen aun más interesante.