Raquel Medina. Fue en 1653 cuando, tal día como hoy, Festividad de San Pedro, cuando los vecinos de Almonte proclamaron a la Santísima Virgen del Rocío patrona de la Villa.
El juramento fue realizado por el Concejo de Justicia y Regimiento de la Villa, la Venerable Cofradía de Santa María de las Rocinas y el Clero Parroquial en nombre de todos los almonteños y almonteñas. Igualmente se juró el misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, dogma que no promulgaría Pío IX hasta el año 1854.
Es a partir del 1653 cuando se le empieza a llamar Nuestra Señora del Rocío en vez de Santa María de la Rocina, cambiándose a su vez la fiesta en su honor, pues hasta esa fecha se venía celebrando el 8 de septiembre.