Varón, heterosexual, delgado, blanco y de la fe mayoritaria (se entiende que la católica). Ese el prototipo de una persona homófoba. No lo digo yo. Lo afirma la moción que, a propuesta de todos los grupos políticos representados en el Ayuntamiento de Getafe (a excepción del Partido Popular), se aprobará el próximo miércoles 6 de julio en este municipio madrileño. Esta noticia sería para partirse el pecho de risa si no fuera porque es real como la vida misma y no está sacada del baúl de disparates que frecuentemente publican medios dedicados a la chanza como puede ser el caso de El Mundo Today.
Es evidente que vamos por muy mal camino en este país. La barra libre del sectarismo y de la persecución que inauguró en 2004 el demencial desgobierno de Rodríguez Zapatero parece no tener fin. Además la misma parece haber encontrado el caldo de cultivo perfecto: una serie generacional joven vaga que se piensa con derecho a todo y que resulta ser la más ignorante y que ha gozado de la peor educación (en casa y en la escuela) de toda nuestra historia moderna.
Y en estas estamos. Como si los malditos calores estivales del Valle del Guadalquivir no fueran de por sí difíciles de soportar encima nos toca aguantar a esta legión de zopencos sectarios que vienen a señalar a los creyentes católicos para iniciar una nueva persecución. Motivo de fondo: no pensar tal y como piensan nuestros ilustrados giliprogres del siglo XXI. Valientes mierdas que nos ha tocado en suerte aguantar. ¡Manda huevos!, que diría aquel Presidente del Congreso.
Marcos Fernán Caballero