Blas Jesús Muñoz. Como pueden apreciar en la imagen, la remodelación de la calle Acera del Arrecife llama la atención por motivos de diversa índole. Es peculiar, por así decirlo, el espacio destinado al carril bici, el cual consta de una anchura poco a costumbrada por la generosidad que se le ha otorgado. A ello, hay que sumar los resaltar que se han colocado para la protección de dicho carril, así como la disposición de los árboles.
Todo ello no desentonaría más allá de la excesiva anchura del espacio destinado a los ciclistas, de no ser porque por dicho tramo acceden hasta tres hermandades en Semana Santa, sumando un total de siete pasos que, en vista de esta nueva disposición, habrán de hacerlo apartándose a un lateral de la calle.
En concreto, las tres corporaciones que transitan con sus cortejos por el mencionado emplazamiento son las del Amor, Verá Cruz y Descendimiento, la cuales, a buen seguro, se verán obligadas a maniobrar de forma poco usual con sus respectivos pasos.
Unas actuaciones, las de los responsables municipales, que vuelven a dar la medida de lo presentes que tienen los intereses de las cofradías, así de cómo velan por las mismas.
