Blas Jesús Muñoz. La Semana Santa que se aproxima tendrá la clave de las venideras. El de curso de la totalidad de las hermandades por la Catedral marcará el momento y las percepciones de cara a un futuro inmediato que se cumplirá en 2017 y que deberá, probablemente, abordar nuevas fórmulas.
Una de las mismas será la del irremediable cambio de carrera oficial de Claudio Marcelo y Tendillas a los alrededores del templo catedralicio. Este hecho solventaría algunos de los problemas de horarios que, durante estos meses de negociación, se han puesto sobre la mesa. Toda vez que dotarla a la Semana Santa de la uniformidad necesaria para ir edificado un proyecto a largo plazo.
Suelo sagrado
El paso exclusivo por el Patio de los Naranjos (sin acceso al templo) de las hermandades del Jueves y el más que probable de las del Miércoles ha suscitado las primeras voces en contra. No obstante, cabe recordar que el suelo del mencionado enclave es tan sagrado como el del interior del templo, por más encantos que este último posea.
El segundo de los factores a tener presente radica en la tesitura de hablarnos ante una situación provisional y excepcional, lo que invita a pensar que no se tratan de soluciones definitivas y que tendrán un nuevo correlato, tras la Pascua para seguir definiendo un futuro tan crucial como inevitable.
