Blas J. Muñoz. Francisco Luis Romero Castaño, popularmente conocido como "Sony", he de reconocerles que es uno de los costaleros con más capacidad de sacrificio, técnica y disciplina que he tenido la oportunidad de conocer y aprender de él. Su pertenencia a las cuadrillas de Luis M. Carrión le ha llevado a formar parte de su equipo de auxiliares, toda vez que, esta Semana Santa, debutaba como segundo de Ángel Muñoz en la cuadrilla de Nuestra Señora de las Angustias. Hablamos con él sobre lo vivido estos días y estas son sus sensaciones:
Huerto
Fue un día de para mi gris por la inesperada lluvia. En la que considero mi casa, la emoción al abrir la puerta se hace presente en cada rincón de mi cuerpo. Muy contento con el trabajo que se hizo, aunque desgraciadamente no se pudo culminar como todo predecía. Cuadrilla disciplinada y metida en lo que se le pidiera.
Gracia y Amparo
Descolorida tarde de marzo por la aparición de la inestabilidad meteorológica aunque con muchas ganas este año de llenarme de gracia y amparo pues la Virgen iba enorme en su palio y con un trabajo anterior que predecía una tarde de Lunes Santo, como dicen, de quitar el sentido.
Perdón
El Miércoles Santo con el señor del Perdón fue una tarde de las que se re queda clavada en la retina. Espectacular, cuadrilla maciza andando por derecho y sin ningún tipo de pero. El paso casi no había que rectificarlo pues el andar largo y reposado parecía que querían dormir al Señor. Un día de mucha intensidad, pues sometido a una gran tensión, la de ir con el mejor, ir con mi maestro.
Angustias
Muchas ganas de conocer el Jueves Santo que para mi era desconocido. Tuve muy buenas sensaciones ante un tesoro que tiene Córdoba tan apreciable, pero a la vez tan desconocido por el pueblo. Aunque si tengo que añadir que ante todo me considero costalero y cuando veo un paso someter a una cuadrilla no es agradable para mi. Pelea dura pero se le pudo aunque se debe de crecer. Muy buenas sensaciones.
Sepulcro
Permíteme que sea muy breve. Increíble, majestuoso, sublime y, déjame que lo diga, insuperable. No hay palabras para definir los Viernes Santos en La Compañía.
Foto Paco Zurera