Blas J. Muñoz. Es cierto que en Córdoba, hasta la fecha, no
se ha reproducido o mimetizado en su defecto el fenómeno hispalense de
las cofradías denominadas "piratas". De hecho, en la otra orilla del
Guadalquivir se ha aprovechado este fenómeno, que en cierto modo no deja
de ser producto de una demanda, para tildar de "abuso" el elevado
número de actos piadosos en sus calles.
¿Podría pasar esto en Córdoba? Si a día de hoy parece
difícil no es menos cierto que en relación a las hermandades Pro
hermandades existentes en la capital cordobesa las mismas podrían
decidir en un futuro no pertenecer de forma voluntaria a la Agrupación
de Hermandades y Cofradías.
El ejemplo lo encontrábamos la pasada Cuaresma cuando la
Hermandad de la Presentación al Pueblo no utilizaba al máximo organismo
cofrade para canalizar su petición de permiso para discurrir por las
calles del barrio de Cañero. La fórmula elegida no era otra que la vía
administrativa a través de la Subdelegación del Gobierno.
Así las cosas, esto no quiere decir que el camino elegido a
partir de ahora sea el de no agruparse, si bien cabe recordar en este
sentido que en la presentación de la candidatura de Francisco Gómez
Sanmiguel, éste establecía un número mínimo de hermanos de cara a
realizar estación de penitencia en Semana Santa. Toda vez que el mismo
había de ser igual al de la que menos nazarenos tenga en la calle
El futuro está por determinar, si bien todo apunta a que a
partir de ahora será más difícil integrarse en el seno de la Agrupación
de Cofradías. El tiempo dirá.
Foto Álvaro Córdoba Hinojo