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viernes, 8 de julio de 2016

Avanzan los procesos de restauracion en la Macarena


Raquel Medina. Tal y como venimos informando en Gente de Paz cuando fue anunciado por la Hermandad de La Macarena, los Libros de Reglas de la corporación están siendo restaurados en virtud del contrato suscrito el pasado 20 de mayo entre la Hermandad de la Macarena y el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. El acto se celebró en la Sala de Juntas de las dependencias de la Hermandad, suscrito por parte del IAPH por D. Román Fernández-Baca Mateos, Director del Organismo Público, y por parte de nuestra corporación por el Sr. Hermano Mayor, D. Manuel García García.

En este sentido, Manuel García, Hermano Mayor, acompañado del Secretario de Ntra. Sra. de la Esperanza ha visitado los talleres para seguir los trabajos realizados hasta el momento en esta joyas de los siglos XVI y XVIII. En concreto se está trabajando actualmente en la limpieza y restauración del papel, así como estudiando y restaurando las tablas de madera de la portada y contraportada del libro. Los técnicos del IAPH explicaron el proceso a los responsables de la Hermandad, que comprobaron que los trabajos marchan a muy buen ritmo de cumplimiento de los plazos establecidos.



El estado de conservación de estos documentos hace necesaria una actuación de conservación y restauración, actividad que ha sido confiada al Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) de la Consejería de Cultura.

La Regla de la Cofradía de Santa María de la Esperanza está fechada  el 24 de noviembre  de 1595. Posee un valor como probatorio de la existencia de la corporación de la Esperanza en el siglo XVI.  Fue confeccionada a iniciativa de Fray Bernardo de la Cruz, tras la venida de la orden de San Basilio a la ciudad en 1593  bajo el auspicio del comerciante griego afincado en Sevilla Nicolás Griego Triarchi. La Regla está compuesta  por  37 folios manuscritos  de papel de fabricación  artesanal de trapos, conformando un  volumen de 245 x 184 x 25 mm. Destaca la encuadernación renacentista original, de gran riqueza en los motivos estampados con la técnica del gofrado y el dorado.  Sus folios finales se reservan para los trámites  de aprobación por el Arzobispado de Sevilla a través del provisor y vicario general Iñigo de Leziñana y el notario Gómez Álvarez Hinojosa, otorgando legalidad al manuscrito.

La historia material del documento permite rastrear en las líneas fundamentales de la historia de esta corporación tan vinculada al arrabal de la Macarena. Como fuente jurídico-normativo del gobierno y administración de la cofradía, contiene los estatutos que rigieron su funcionamiento  en los primeros años, permitiendo  conocer la trayectoria  vital de la hermandad  a lo largo del siglo XVII, cuando esta adquiere identidad propia al pasar a formar parte de la nómina de hermandades que procesionan en Sevilla.

Este episodio marca un nuevo estatus y ocasiona la ampliación de la primitiva Regla con el añadido de cinco nuevos capítulos aprobados en abril de 1624.  Más adelante, la consecuente desvinculación con los monjes de San Basilio al trasladarse la comitiva  a la parroquia  de San Gil en 1653, supone una nueva etapa que queda reflejada en los nuevos capítulos aprobados al año siguiente.

El segundo  ejemplar  es la  Regla de la Hermandad  de Nuestra Señora de la Esperanza y Santísimo Cristo de la Sentencia, fechada en Sevilla el 1 de enero de 1720. Si bien a nivel histórico y documental no es tan determinante como el anterior, refleja una nueva etapa de la corporación  en el siglo XVIII, tras un periodo de estancamiento que coincide irremediablemente con el panorama decadente de Sevilla tras el traslado a Cádiz de la sede de la Casa de Contratación de Indias.

Estas nuevas Reglas buscan renovar las anteriores en un claro intento de sustituir las normas fundacionales de 1595 y sus ampliaciones de 1624  y 1654, seguramente acorde con los nuevos tiempos y la forma de concebir la religiosidad, pero carecen de los elementos de validación de su antecesora.

Sí destaca en el plano artístico por la costumbre de las agrupaciones religiosas de trasladar sus normas o estatutos a códices lujosamente confeccionados para evocar del modo más solemne el espíritu de la corporación. Con  unas  dimensiones  de  245 x  188 x  27 mm, está  conformada  por 28 folios  de pergamino de gran calidad manuscritos  por ambas caras. Reserva la portada y los dos folios centrales a las imágenes corporativas de la hermandad, iluminadas a página llena con una elaborada técnica pictórica y amplia gama de tonalidades.

Su encuadernación es aún más sobresaliente. Confeccionada a la manera de la época en piel burdeos con  bellas  decoraciones  gofradas  y doradas  a base abanicos,  es de estilo  netamente  barroco.  La técnica de elaboración de los elementos ornamentales, la calidad de los materiales y sus acabados demuestran un trabajo artesanal de nivel.

Las Reglas constituyen  el cuerpo normativo  fundamental,  en el ámbito  del derecho canónico,  de las hermandades.  Son  herramienta  fundamental  para  conocer,  además  de  la  evolución  histórica, los modos  y  funciones  de  estas  corporaciones,  documentando  de  una  manera  muy  significativa su pasado. Desde el punto de vista material,  las Reglas son manuscritos o códices que estaban hechos para perdurar en el tiempo ya que se trataba del documento más importante dentro de la cofradía, por ello se solían hacer en pergamino y encuadernados en piel. Muchas de estas piezas se encuentran lujosamente decoradas.


La restauración se realizará conforme a lo indicado en el Informe Diagnóstico, la Propuesta de Intervención y el contrato firmado entre la Hermandad y el IAPH. Los trabajos tendrán que estar finalizados  en  febrero  de  2017.

© Fondo Gráfico IAPH (Eugenio Fernández Ruiz)



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