Blas J. Muñoz. En las puertas de Santa Marina se dibuja el escudo de la Resurrección, mientras en el interior del oratorio la luz de la Dolorosa que gubiara Jesús Santos Calero se asoma al verano hispalense, como tantas otras aimágenes sagradas que alumbran nuestra geografía, pero con la singularidad que hace especial a cada una de ellas.
La Titular de la Hermandad de la Resurrección ya luce ataviada para estos meses de verano, de la mano del arte de su vestidor, recientemente confirmado en su cargo por la reelegida Junta de Gobierno, José Manuel Lozano Rivero. Así como por la labor del grupo de Camareros y Camareras de la corporación Rafael García-Tapial Tinahones, Rafael Gordillo Montenegro, Esperanza González Benítez, María Isabel Rico Chaves, Carolina Pulido Pérez y Marta Toledo González.
La Virgen del Amor ya espera a sus devotos en Santa Marina, a aquellos que la disfrutan y le rezan a una Imagen especial, que abandona los cánones barrocos para mostrar a Sevilla el rostro sereno del Neoclásico. El mismo que amanecía este viernes para llenar de luz a la Resurrección.
