Blas J. Muñoz. Superada la primera mitad del mes de julio, a priori, es el momento elegido por numerosas formaciones para cerrar el curso cofrade y tomar un merecido descanso con el que reponer fuerzas de cara a la vuelta de vacaciones, allá por el mes del mes de septiembre. Sin embargo, no todas las bandas descansan en julio y agosto.
Este es el caso de la Banda de Cornetas y Tambores de la Coronación de Espinas que, durante estos días ha regresado a los ensayos. Se trata de un verano muy especial para la formación de San Antonio de Padua, ya que en las dos semanas que van del 17 de septiembre y el 1 de octubre participará tanto en la Magna de Huelva como en la extraordinaria del Rescatado en la capital cordobesa.
Por tanto, se puede afirmar que Coronación de Espinas ha vuelto a retomar esta semana un duro trabajo, cuando las calendas menos acompañan. Sin embargo, a nadie escapa que este sacrificio cristalizará en apenas dos meses, cuando la Banda dé su mejor medida en dos eventos que quedarán para el recuerdo.