Suspira el querubín en mitad de la nube de polvo porque las olas de calor ya no son lo que eran y a menos de cincuenta la gente ya está caliente y dan riesgo alerta naranja por artículos que calientan un ambiente que está más suspicaz que un teórico de la conspiración.
Suspiros alados que se calientan porque los sueños se rompen, las trampas se descubren y los costaleros les dimiten y necesitan ir al periódico del movimiento para que eche humo y diga que la fumata negra es blanca, y para que la cosa no se desmadre, dan el titular de su vida que es la vida del que lo escribe.
Suspira el Ángel porque sabe que al que llamaron hermano ahora le dicen tirano, porque ya no es tan cuqui como antes, cuando creía que de su mano llegaría un traje negro de cuqui capataz para alguien cercano y cuando vio que a su preferido le cambiaban el terno por una americana de diario el ángel se convirtió en demonio y el demonio en cuqui amado.
Joaquín de Sierra i Fabra