Blas Jesús Muñoz. La Semana Santa de Córdoba está a punto de escribir su epílogo de luz con la salida de la Hermandad del Resucitado. Aún en caliente, las sensaciones se acumulan tanto en lo negativo como en lo positivo. Número de nazarenos decreciente y en aumento, nuevas hermandades en la Catedral, cortejos remozados, cuadrillas que sobresalen u otras que retroceden, se configuran como algunas de las claves que, detenidamente, iremos abordando.
Entre tanto, resulta destacable que Paz y Esperanza, Angustias o Perdón hayan incorporado a su estación de penitencia el primer templo de la diócesis. Así como la renovación que se ha producido en la cofradía del Prendiniento. Toda vez que la consolidación o progresión de capataces de la talla de Juan Carlos Vidal, Carlos Lara, Rafael Giraldo, Luis Miguel Carrión o Pepe Fernández ha sido destacable.
Algunas de nuestras corporaciones han visto aumentar su nómina de hermanos (Penas de Santiago), mientras los cortejos de otras han visto disminuir o mantener números exiguos (Calvario o Universitaria).
Sin embargo, en el debe de algunas de nuestras corporaciones hay que reseñar el excesivo tiempo de paso de cofradías, nunca acorde al número de miembros del cortejo. Toda vez que alguna cuadrilla ha entrado y salido sin mayor gloria y sí con bastante pena en su caminar.
Recordatorio Enfoque: Viernes Santo