Nisán: XXXIX Esperanza

He sentido el frío de la ausencia peregrinando por mis entretelas. He sufrido la carencia, el miedo y la tristeza. He prostituido mis creencias por salvaguardar mis posesiones. He renegado de los que me tendieron su mano y se ofrecieron a pecho descubierto por defenderme, aún a riesgo de perder todo lo que tenían, su libertad y su existencia. He preferido despeñarme por el abismo de la desolación antes que levantarme y luchar por lo mío, por mi Fe, por mi Dios.

Y mientras el Hijo del Hombre yace inerte en el sepulcro de mis fracasos, te tengo a mi lado, Pastora de mi alma, Altar de mis sueños, Consuelo de mis desventuras. Para amarrar la quilla de mi barca al muelle de tu regazo y alimentarme de la dulzura de tu mirada con el néctar divino de la Esperanza que derramas por donde caminas. Esperanza en el tercer día, en la llegada del Reino del Padre y en que algún día, este maldito e ignorante planeta aprenda a respirar Amor, a beber Paz y a vivir la Verdad de Dios…

Dale cobijo a mi Desamparo,

Consuelo y Fuerza para el arado.

Y poder sembrar tu Sagrada Semilla,

sólo predicar tu Dulce Maravilla,

ser Pastor de tu Palabra,

y pontificar a todas las orillas

llenándolas de Esperanza.

Porque ahora es la Fe lo único que me queda,

mi Eterna Verdad, que siempre está a mi vera,

trovador de tu mensaje,

y purificarme cada primavera,

bañándome en tu oleaje.

Porque ha vencido al fracaso

tu nueva Filosofía...

y mendigando tus Pasos

te da Gloria entre sus brazos

la Pasión de Andalucía.

Guillermo Rodríguez

Fuente Fotográfica

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Recordatorio Nisán: XXXVIII Soledad