Niño, me parece increíble la resolución de ICOMOS diciendo que la obra para sustituir la dichosa celosía de la Catedral no alterará el valor del monumento. ¡Vaya mamporro tan sonoro que se ha llevado Begoña Bernal! ¿Cómo que quién es esa señora? Pues aquella mente prodigiosa que firmó el informe en el que se decía que llevar la carrera oficial a la Catedral afectaría seriamente a la conservación del monumento. ¡Valiente mamarrachada!
Increíble es también lo que puede venir a complicar el propio traslado de la carrera oficial el pronunciamiento de ICOMOS. Niño, ¿no es este un motivo más que suficiente como para tomarse el asunto con más calma y ver si es posible trazar un recorrido común con dos puertas que faciliten el tránsito de las cofradías por el interior de la Catedral?
De todas formas quizás lo más increíble de la semana ha sido el tortazo con la mano abierta que un histórico del Sepulcro como Javier Tafur le ha soltado a la junta de gobierno de su cofradía en las páginas del ABC por encabezar el plan alternativo de las trece a la carrera oficial que planteó la Agrupación. Niño, el que fuera pregonero de la Semana Santa de Córdoba no se anduvo por las ramas y le dio "lo suyo" a su hermano mayor.
E increíble, a la par que inexplicable, es que algunos hermanos mayores que firmaron la propuesta de las trece se desmarcaran de la misma a las primeras de cambio y argumentaran que, en realidad, ellos firmaron porque los pusieron, literalmente, entre la espada y la pared. Niño, o aquí hay quien tiene menos personalidad que un mosquito o una cara más dura que el cemento armado.
Julio el Tabernero