Blas J. Muñoz. Cuando este lunes se produzca, más que probablemente, la reelección en el cargo de Presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Francisco Gómez Sanmiguel, se cumplirán dieciséis años de un camino, que se remonta más atrás en el tiempo, pero que en estas casi dos décadas ha tenido idas y venidas.
Así las cosas, en el periodo de Francisco Alcalde al frente de la Agrupación, el dato más destacable en este sentido fue el acuerdo alcanzado en 2007, por medio del cual los Dolores se incorporaba a la nómina de cofradías que hacían estación de penitencia en la Catedral y cerraba el círculo del Viernes Santo como, hasta entonces, la única de las jornadas cuyas cofradías entraban por completo en el primer tiempo diocesano.
Entre 2008 y 2012, durante el mandato de Juan B. Villalba, las gestiones para abrir la necesaria segunda puerta fueron incrementando en intensidad a la par que diferentes cofradías se iban incorporando e incrementando el número de las que allí realizaban su estación de penitencia.
La historia reciente con Francisco Gómez al frente de la nave de las cofradías es de todos sobradamente conocida y se halla en un impasse en el que ahora primaría un nuevo escenario posible en el que todas las cofradías que lo deseasen podrían adentrarse en las naves catedralicias en caso de que se traslade finalmente la carrera oficial a su entorno. A partir de hoy se abre un nuevo mandato, el tiempo dirá si el final de este camino verá pronto la luz.