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Blas J. Muñoz. Aun no se han cumplido los cuatro años exactos desde aquel mes de septiembre de 2012, cuando la Agrupación de Cofradías asistía al proceso electoral más reñido de sus más de siete décadas de historia. Tras una primera vuelta en junio de aquel año en que Juan B. Villalba vencía a Francisco Gómez Sanmiguel, pero sin la mayoría necesaria establecida por los estatutos del organismo cofradiero; aquella noche de septiembre se produjeron dos votaciones. La primera acababa en empate y la segunda (la tercera en el cómputo global) establecía por un voto de diferencia a Francisco Gómez Sanmiguel como nuevo Presidente.
La situación se presenta muy diferente en junio de 2016. Ahora solo concurre una candidatura, la de Gómez Sanmiguel y se prevé una votación más relajada. Previamente, la Asamblea atenderá a la reunión ordinaria donde habrán de aprobarse las cuentas del presente ejercicio. Toda vez que, tampoco en este asunto -si bien es cierto que existen voces discordantes- parece que deba haber mayores sobresaltos.
Una calma que, en principio, debería favorecer la inmediata decisión de trasladar la carrera oficial al entorno de la Catedral en septiembre, aunque todo parece más en el aire que nunca, tras la incapacidad de llegar si quiera a una votación el pasado 31 de mayo. Lo que se produjo entonces, bien pudo ser un revés inesperado que suponga una excepción que, de suponer la regla, será comprobado en los próximos meses.
