Juan Pérez. Algunas o muchas parroquias sevillanas son bienes devocionales, culturales y artísticos de un interés y una necesidad de protección sobresalientes y en no pocos casos, las cofradías afincadas en esos templos son las encargadas de buena parte del mantenimiento de estos. Así demuestran otro de los aspectos de porqué las hermandades acaparan casi todos los aspectos de la sociedad en que vivimos, aunque a veces se quiera negar o quitarle valor.
Hay muchos casos que podríamos citar como el de La Resurrección en Santa Marina, donde su hermano mayor Miguel Ángel Pérez reconocía en una reciente entrevista el esfuerzo que supone para la cofradía llevar a cabo este sostenimiento que, sin embargo, no es un obstáculo para que lo hagan y lo sigan haciendo.
Otro ejemplo más que notable es el de la Hermandad de La Amargura que en estos días está llevando a cabo la segunda fase de las obras de renovación del sistema eléctrico de San Juan de la Palma. Así pues, se han acometido como informan en su Boletín correspondiente al mes de junio las reformas de dicho sistema en algunas dependencias de la casa de hermandad. Destacando de forma muy considerable la recuperación de pinturas de la Capilla de los Esquivel.
En ese enclave que tantos siglos cobijó a los Titulares de La Amargura han aparecido unas interesantísimas pinturas de estilo Mudejar tanto en la parte alta de la Capilla como en la Cúpula, destacando de nuevo la importancia para el sostenimiento y recuperación del patrimonio artístico en este caso, de la cofradía de San Juan de la Palma.