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lunes, 14 de abril de 2014

El Cronista: Domingo de Ramos


La memoria del cronista del Domingo de Ramos no alcanzaba a recordar cuándo pudimos disfrutar de la última Semana Santa con días de calor. El día de ayer lo fue y mucho. Afortunadamente las Cofradías de la tarde gozaron de una jornada para permitirse el lujo de despreocuparse absolutamente de la evolución de la meteorología, lo cual es decir mucho teniendo en cuenta lo sucedido en los últimos años.

La cruz de guía de las Penas de Santiago llegó con un caminar lento y solemne a la calle Juan de Mesa o del Poyo (que no Pollo como alguno que otro escribe. Es Poyo, con “y”, ya que viene de un poyete que antiguamente se encontraba en esta rúa). Majestuoso, como siempre, el Señor de las Penas, la talla más antigua de la Semana Santa de Córdoba, bien acompañado por la Virgen de los Desamparados y San Juan. Las dos maravillosas imágenes de Antonio Eslava, un lujo para esta ciudad quizá no lo suficientemente ponderado, lucen mejor en el paso desde que la Hermandad decidió ampliar el mismo. Ayer se pudo ver finalizado el proceso de reforma que comenzó dos años atrás. Tras el tránsito del calvario de las Penas, María Santísima de la Concepción, hermosísima exornada con sus tradicionales camelias blancas, caminó a los sones de la marcha La Vía Sacra del cordobés Rafael Wals bien interpretada por la banda María Inmaculada de Linares. 


Seis de la tarde y los nazarenos blancos y verdes tomaron la calle la Feria. La Hermandad de la Oración en el Huerto debe ser ejemplo para todas aquellas corporaciones que quieran entender que el cuidado de la disciplina y del orden dentro de los cortejos es posible también para aquellas que no son de negro. El patrimonio de la Hermandad de San Francisco y San Eulogio luce entre los naranjos de San Fernando. Y con un caminar rápido y constante el primero de los tres pasos de la Cofradía hizo la calle suya. El ángel de Navarro Arteaga muestra el amargo cáliz al Señor, ataviado en esta ocasión con túnica morada. Magnífico el acompañamiento musical de la banda de la Redención… muy notable mejoría con respecto al año pasado. Vaya desde aquí nuestra más sincera enhorabuena. Igual que a la Asociación Juan Mohedo de Montoro, que con Cristo de la Sangre de Emilio Cebrián acompañó el caminar por San Fernando del Señor Amarrado a la Columna. El palio de María Santísima de la Candelaria tardó más en atravesar el Compás de San Francisco pero, como siempre, la espera mereció la pena. Exquisitos los ramos de rosas de las jarras y magistral levantá a pulso para el recuerdo emocionado de todos sus hermanos costaleros que ayer desde el cielo gozaron con el magnífico caminar de su Reina acompañada por todo su barrio. 

La Hermandad del Amor buscó la Carrera Oficial una vez abandonó la Santa Iglesia Catedral. El paso de misterio de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes caminó muy bien, como suele ser habitual, acompañado por la Agrupación Musical del Cristo de Gracia. Tras el mismo, el antiguo Crucificado de la Plaza de la Magdalena acompañado por centenares y centenares de devotos abrió rápido camino para el paso de María Santísima de la Encarnación. Su vestidor, Antonio Villar, ha realizado un gran trabajo en el presente año y mostró bellísima a la Dolorosa de Álvarez Duarte al pueblo de Córdoba.

Avanzada la noche llegamos al Bailio. La Hermandad de la Esperanza (uno no se acostumbra a eso de “Los Gitanos”) atravesaría la Cuesta camino del barrio de Santa Marina en el que se fundó en 1939. El misterio de Nuestro Padre Jesús de las Penas, acertadamente vestido con su túnica blanca, y la Agrupación Musical La Pasión de Linares son conjunción perfecta. Alegre y preciso el caminar de, posiblemente, una de las mejores composiciones iconográficas de la ciudad para salvar los escalones en donde, no es novedad, no cabía un alma desde horas antes de la llegada de la cruz de guía. Precioso el palio de maya de María Santísima de la Esperanza a los sones de Tras Tu Verde Manto luciendo la candelería completa encendida. Tras la Virgen morena, una de sus devotas se planteó voz en alto: “¿será la última vez que la veamos bajar el Bailio? Es posible si el traslado de la Carrera Oficial a la Catedral se efectúa en 2015. Sería una pena perder a esta Cofradía por San Zoilo, Capuchinos, el Bailio o Santa Marina. 

Detenido ante la Parroquia de San Andrés queda el palio de María Santísima de la Amargura. Es hermoso el cortejo del Rescatado. El cambio de hábito efectuado años atrás ha sido un completo acierto. Los avances de la Hermandad en la calle son meritorios al punto de demostrar que, además de la devoción, en los Padres de Gracia se ha hecho Cofradía. Cosa que, como bien se sabe, no siempre va de la mano. La peana que ayer utilizó el Señor de Córdoba realza su posición en el coqueto paso dorado por Ángel Varo. Siguiendo los pasos de Jesús cautivo, miles de promesas de muchas personas que, Él sabrá por qué, se resisten a acompañarle luciendo hábito nazareno. 

Acaba la jornada. La Dolorosa de Antonio Rubio, ya en los primeros minutos del Lunes Santo, encara la puerta del antiguo convento franciscano. Solemne el último paso del Huerto, enorme la interpretación de las marchas clásicas de AMUECI. La Cofradía se consolida no ya como una de las mejores de su día, sino de toda la Semana Santa de Córdoba.

Marcos Fernán Caballero











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