Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el
manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle Mt 27 31
Te condena la justicia que imparte el cobarde que lava sus manos, el
miserable incapaz de ser justo que se ampara en un gesto insignificante para
calmar su conciencia por enviar al cadalso a quien nada ha hecho más que
predicar amor y paz. Y ordena que te azoten y castiguen y te entreguen la cruz
del martirio, riéndose la fortuna del hijo del hombre, a las puertas de San
Andrés…