Hay temas que, en ocasiones, me sacan de mis casillas. Que me hacen replantearme las cosas. Les comento...
Paseaba por la orilla del Mediterráneo cuando decidí sentarme frente a él para observar su inmensidad, dando gracias a Dios por el regalo tan maravilloso que nos ofreció. Me sentí tan insignificante... tan pequeña... sensación que he sentido tantas veces en alguna hermandad. Y no es que yo quiera aparecer en placas o en fotos, tengo buena escuela en eso, os lo aseguro, pero pensé en ello cuando leí la carta que un torero escribió a sus hermanos, molesto por el trato recibido en su reciente boda eclesial, en la capilla de sus Titulares.