La hermandad del Resucitado de Córdoba debatió anoche la posibilidad de no hacer su tradicional salida procesional el próximo Domingo de Resurrección, como medida de protesta por el trato recibido por el Ayuntamiento a la hora de distribuir las cruces de mayo de este año.
Según explicó el hermano mayor de la cofradía, Manuel Murillo, en la reunión de la junta de gobierno se vieron y estudiaron todas las opiniones "y no se llegó a un acuerdo todavía". Y es que el Ayuntamiento ha modificado la ubicación de la cruz, después de 25 años instalándola en el mismo sitio, en la plaza Conde de Priego, ante el monumento, y ahora la tendrán que hacer en la trasera de dicha plaza.
Considera Murillo que el aviso se ha producido en un momento en que es difícil reaccionar porque los hermanos se encuentran en plena labor de preparación de la Semana Santa y que ese cambio causará no pocos problemas a la entidad. El primero, dijo Murillo, con los vecinos, con los que hasta ahora, explica, las relaciones son excelentes. La nueva ubicación, continúa, generará un embudo muy importante entre el callejón y la plaza. También será un problema la distancia que ahora tendrán con el almacén en el que se guarda el material de la cruz, que están en la plaza Conde de Priego.