“Se equivocó la paloma. Se equivocaba. Por ir al norte, fue al sur. Creyó que el trigo era agua. Se equivocaba.”
Así comenzaba el poema del poeta español Rafael Alberti, ayer mismo se cumplían 111 años de su nacimiento. Al recordar el aniversario, se me vino a la mente este poema, uno de los que hicieron grande en nuestra historia a este poeta, dramaturgo y prosista, perteneciente a la Generación del 27.
Las Hermandades, o mejor dicho, algunas, creo que llevan el rumbo de esa paloma, perdidos, y equivocados. Gracias a Dios, algunos Grupos Jóvenes, parecen tener más claro el rumbo, desmarcándose en casos a veces, de la propia Junta de Gobierno de su Hermandad.
No nombremos ya la maldita crisis, ya se ha nombrado bastante, y más de uno dice que ya está dando los últimos coletazos, que ya todo será recuperación. Esperemos que sí, aunque no se fíen, pues alguno también dijo que no había tal crisis en este santo país, y mire usted por dónde salió el cuento.
Escuchando la televisión, al leer la prensa, los diarios digitales, tendríamos que al menos durante un solo minuto, poner en funcionamiento nuestra razón y dejar hablar a la voz de la conciencia, a la voz de la reflexión. Un padre de 61 años, su señora, y una hija que no había cumplido las 15 primaveras, habían fallecido por ingerir unos alimentos en mal estado, salvándose sólo, una menor también de unos 13 años.