Buscando y rebuscando sobre qué escribir en este artículo se me encendió una bombilla al encontrar las referencias de una conferencia sobre la vida de Hermandad y la carta semanal del Arzobispo de Sevilla.
¿Qué es la vida de Hermandad? ¿Todos la entendemos de la misma manera? ¿Se trabaja desde la propia Hermandad? ¿En todas las épocas han sido las cosas igual? Son numerosas las preguntas que azotan mi mente. Algunas obtienen respuesta, otras…
Lo primero que tengo que hacer es definir la palabra hermano. Según el Diccionario de la Real Academia Española, hermano es aquella “Persona que con respecto a otra tiene el mismo padre y la misma madre, o solamente el mismo padre o la misma madre”, en primera acepción e “Individuo de una hermandad o cofradía”, en la sexta. Con la primera, entendemos que todos, al ser hijos de María, somos todos hermanos, pero en particular, en las Hermandades, somos hermanos al jurar unas reglas o estatutos.