Con la venia concedida, comienza el último Entre Bambalinas del año. Y lo hace con la sensación agridulce de despedir un año que nos ha proporcionado grandes y gratos momentos, cargados de buenas nuevas para el colectivo cofrade, a la par que nos ha dejado aspectos contraproducentes para el gremio más numeroso de la ciudad, si bien han sido contrapuestos por los anteriores. Un caso aparte es el asunto que tanto quebraderos de cabeza está dando y el cual gira entorno a la carrera oficiosa de todas las hermandades de penitencia por la Santa Iglesia Catedral. Y es que este tema va adquiriendo tintes de culebrón venezolano conforme avanzan las conversaciones; del "sí" unánime de todas las corporaciones se está pasando al "sí, pero no" de algunas otras, que parecen pretender mantener la estructura de estas Semanas Santas pasadas, pese a ser conscientes de la gran remodelación que ha de ser desarrollada para ajustar diversos aspectos influyentes, especialmente, en la organización de los cortejos procesionales.
