El otro día me solicitaron un artículo que saldrá publicado todos los sábados para Gente de Paz, y la verdad, que me ilusionó y que agradezco desde estas líneas.
Y al pensar con qué tema podía comenzar mis relatos, fueron varios asuntos los que me vinieron a la cabeza, tanto cofrades como de la vida misma, que podemos extrapolar a nuestro devenir en el día a día.
Aún asustado o mejor dicho aliviado por lo que podía haber sucedido en una macro fiesta en Córdoba, se me vino a la cabeza el recuerdo de las cinco chicas de Madrid, que acaba de cumplir un año de su fallecimiento...
No puedo dejar de pensar en Marta, la joven sevillana, que aún sus padres no pueden rezar ante un lugar donde descanse eternamente. ¿No puedo llegar a entender como nadie ha podido sacar a los “asesinos y cómplices” dónde está su cuerpo?
O cómo, nuestra ciudad, fue noticia por un “padre” sin escrúpulos capaz de matar a sus dos hijos. A dónde vamos a llegar con tanto pasotismo por parte de la sociedad.
O cómo unos señores llamados “jueces” en Estrasburgo, pueden opinar sobre un asunto tan delicado como el terrorismo que hay en España y si un asesino con varios muertos en su conciencia, que no deben de tener, tiene derecho a la libertad…
…Y para colmo de la indignación, que tenga derecho a ayudas sociales y las reclame con toda su “cara” y complicidad con sus “amigos”, igual de culpables que ellos.