María al pie de la cruz.
Evangelio según San Juan (Jn 19, 25-30):
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su
madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y
junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dice al discípulo:
“Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora el
discípulo la acogió en su casa.
Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para
que se cumpliera la Escritura, dice: “Tengo sed”. Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a
una rama de hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca.
Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: “Todo está cumplido”. E inclinando la cabeza
entregó el espíritu.
Cobija Córdoba en uno de sus barrios de
mayor solera una Cofradía que es un tesoro de principio a fin. Una Cofradía
señorial, a la que ningún paladar exquisito es capaz de resistirse y a la que,
paradójicamente, muchos valoran casi exclusivamente por lo que quizá en ella
resulta más accesorio. Hablamos de la Real
Hermandad y Cofradía del Señor de la Caridad. Y es que la propia Hermandad
tiene un título tan sencillo como hermoso: curioso en tiempos como los que
corren, en los que corporaciones con dos o tres días de historia acumulan en
sus títulos retahílas sin fin de palabras con las que parecen querer venir a
poner sobre la mesa quién la tiene más grande (nos referimos, claro, a la
historia de la Hermandad). Difícil competir con la Caridad. Mal rival, a fe
mía. Y es que, si precisamente alguna Hermandad cordobesa puede presumir de tener
una historia digna de envidiar, resulta difícil encontrar peor competidora que
ésta. Para empezar es justo poner a la Cofradía de la Caridad en el lugar que
legítimamente le corresponde. La misma puede considerarse como la Hermandad
decana de la Semana Santa de Córdoba: en la Diputación de Córdoba se halló un
estado de cuentas de la Hermandad del año 1404. Es decir, puede que la Caridad
existiera, por lo menos, desde 154 años antes que la Cofradía de las Angustias
(no obstante otros autores consideran 1469 como el año de la fundación de la
Caridad). Sí es cierto que en sus orígenes la Hermandad de San Francisco no era
una Cofradía de carácter penitencial, sino asistencial. Pero, a fin de cuentas,
estamos ante una corporación que tiene, como mínimo, cinco siglos y medio de
historia ininterrumpida. Ahí es nada. No vamos a tratar aquí en profundidad la historia de la Cofradía desde sus más remotos orígenes, aunque recomendamos
encarecidamente la visita a la web de la propia Hermandad a todo aquel que
tenga curiosidad en conocer la misma en detalle.