El Cabildo está en conversaciones con la Junta para el segundo acceso de las cofradías al interior de la Catedral.
Problemas de accesos y seguridad aparte, que habrá que ajustar, la principal valla que tienen las cofradías para llevar la carrera oficial hasta el interior de la Catedral es una celosía de madera. La retirada de una de las instalaciones que dibujó Rafael de La-Hoz Arderius y que separan el Patio de los Naranjos de la nave de Nuestra Señora del Pilar sigue sin resolverse. Sería la segunda puerta al interior del primer templo que recuperaría un acceso que ya existía en el siglo XVIII y que pasó por distintos estados hasta presentar el aspecto que hoy tiene. La solución no llega aunque el Cabildo Catedral insiste en que se buscan soluciones.
Así, al hablar sobre el Via Crucis Magno del pasado sábado, el delegado diocesano de Cofradías, recordó su condición de canónigo para insistir en que el Cabildo sigue hablando con la delegada provincial de Cultura para conseguir «que sea factible». Así, insistió en que Rafael de La-Hoz Castanys, también arquitecto e hijo del creador de estas cuatro celosías en la década de 1970, había asegurado que existían «soluciones» para permitir el paso de las cofradías respetando las estructuras de madera.