"Estamos pendientes de cualquier evolución para manifestarnos o llevar a cabo las acciones que en derecho correspondan para defender nuestro honor"
Acababa de concluir la Semana Santa de 2008 cuando conocía a Juan Villalba. Desde aquel día a 2012 compartimos largas horas de esfuerzo, trabajo, sacrificio y, por qué no decirlo, críticas que en más de una ocasión no tenían -en apariencia- mayor motivo que el ataque personal. Aun con todo y con la gente que, por desgracia, quedó por el camino, los frutos de esos cuatro años fueron muchos para las cofradías cordobesas -algunos de ellos se explican en las siguientes líneas.
Políticos (alcaldesas y más de un concejal), cofrades -por así llamarlos- y algún reverendo vieron en su figura a un personaje demasiado íncómodo. Antes de dejarle con esta entrevista después de casi dos años de silencio, he de decirle -querido lector- que, al menos desde mi opinión y la de muchos que en su día lo votaron, si algo define a Juan B. Villalba es su persistencia, perseverancia e insistencia en que nuestras cofradías ocupen el lugar que es suyo y se merecen.
Los encantos personales son para los actores. Disfruten
Acababa de concluir la Semana Santa de 2008 cuando conocía a Juan Villalba. Desde aquel día a 2012 compartimos largas horas de esfuerzo, trabajo, sacrificio y, por qué no decirlo, críticas que en más de una ocasión no tenían -en apariencia- mayor motivo que el ataque personal. Aun con todo y con la gente que, por desgracia, quedó por el camino, los frutos de esos cuatro años fueron muchos para las cofradías cordobesas -algunos de ellos se explican en las siguientes líneas.
Políticos (alcaldesas y más de un concejal), cofrades -por así llamarlos- y algún reverendo vieron en su figura a un personaje demasiado íncómodo. Antes de dejarle con esta entrevista después de casi dos años de silencio, he de decirle -querido lector- que, al menos desde mi opinión y la de muchos que en su día lo votaron, si algo define a Juan B. Villalba es su persistencia, perseverancia e insistencia en que nuestras cofradías ocupen el lugar que es suyo y se merecen.
Los encantos personales son para los actores. Disfruten