Divina
Pastora de las Almas, titular mariana del Redil Eucarístico de la Divina
Pastora y el beato fray Diego
José de Cádiz.
La
devoción a la Pastora surge en el siglo XVIII cuando fray Isidoro de
Sevilla tuvo la gracia de ver a la Virgen vestida de Pastora debajo de un árbol, con un
rebaño de ovejas. Esta visión pronto se propagó por toda Andalucía y
prácticamente en todos los conventos de franciscanos capuchinos se dedica un
altar a la Divina Pastora.
En
Córdoba gozó de gran devoción en centurias anteriores, si bien, tras un acusado
declive de la advocación, resurgió con fuerza a finales de los años noventa del
pasado siglo, gracias al capuchino fray Ricardo de Córdoba, que junto a un
nutrido grupo de feligreses del convento de dicha congregación de la capital,
decidieron revitalizar la devoción a la patrona de los Capuchinos.
Es
en este momento cuando se retoma el triduo en honor a la
Pastora cordobesa que se celebra
anualmente alrededor del domingo del Buen Pastor. Coincidiendo con las fechas
navideñas, el día 6 de enero, fiesta de la Epifanía del
Señor, la imagen es expuesta en devoto besamanos.
Recordatorio Ntra. Sra. del Rocío de Pastora