"Los curas no deben hacer que los cofrades aprendan teología sino que vivan su religiosidad popular"; así se manifestaba, desde el público, el sacerdote y delegado de Cofradias de Málaga Francisco Aranda, en el marco de las jornadas cofrades 'Veranos de Pasión'. La solicitud de "relevo", difundida públicamente recientemente ha impregnado el ambiente cofrade malagueño.
Con anterioridad y en el mismo foro, Garrido Moraga había lanzado desde la grada una reflexión sobre la incursión episcopal en la vida de las cofradías: "es absurdo pensar que las cofradías formen teológicamente a sus hermanos", matizó el cofrade esperancista. Las declaraciones llegaron en la conclusión de la mesa redonda 'Nuestras Cofradías: conciencia e identidad', dos palabras que multiplican a la enesima potencia los puntos para el debate; moderada por la periodista Fátima Salmón, fue abierta por Paloma Sánchez, hermana de Pollinica e historiadora "¿cómo puede medir la jerarquía eclesiástica el parámetro de 'calidad' en las cofradías? Nadie puede medirlo", preguntó y sentenció a un tiempo; "las cofradías unen a personas de distintos niveles sociales", añadió.
Mujer cofrade
El papel de la mujer en las cofradías fue otro de los asuntos tratados en la mesa redonda celebrada en el hotel Málaga Palacio. Paloma Sánchez recordó que solo en torno al 11% de los cargos presentados a candidaturas son féminas y solo hay dos hermanas mayores: Dulce Nombre y Amor; "las dos que estamos, hacemos ruido", sentenció Mari Carmen Ledesma.
Recordatorio ¿Deben salir mujeres en el cuerpo de acólitos?