Hay que proclamar con orgullo la labor encomiable y callada de las cofradías durante todo el año.
Hay una frase muy significativa del Papa Francisco en los actos de la JMJ de Río de Janeiro, dirigida especialmente a los jóvenes que fueron a verle, que puede resumir muy bien su mensaje: «Hagan lío». Con esta frase, el Santo Padre anima a todos a moverse, a no estar quietos, a cambiar las cosas. Hagamos nuestras estas palabras y actuemos en consecuencia desde el mundo cofrade y social para cambiar las cosas aprovechando la celebración del Via Crucis Magno que, con motivo del año de la Fe, ha organizado la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba.
Participemos en la exaltación de la Cruz. Salgamos a la calle a dignificar un acontecimiento histórico para Córdoba y proclamar con orgullo la labor encomiable y callada de las cofradías durante todo el año en favor de los más desfavorecidos a través de las parroquias. Ahora más que nunca se siente el manto social de las cofradías en su día a día, cumpliendo con su cometido cristiano y evangélico de ayudar al que lo necesita. No es oro todo lo que reluce. Detrás de cada paso, de cada imagen, hay mil gestos de amor y compromiso social que merecen que la sociedad lo sepa y reconozca, aunque prefieran el silencio y el anonimato del comportamiento samaritano.
Desde aquel primer Via Crucis del Beato Álvaro de Córdoba allá por el siglo XV, nuestra ciudad ha vivido multitud de Via Crucis cada Semana Santa, pero nunca uno como el que se celebrará en septiembre por las calles de Córdoba. Sirvan estas palabras a tan importante acontecimiento para proclamar la fuerza de la fe y el compromiso social de todas las Hermandades, que hacen de la belleza y su iconografía un motivo maravilloso para cumplir con el mensaje de Dios y ayudar a todos a ser mejores personas en la Tierra.