Carlos Gómez. Ya hay respuesta por parte del Ayuntamiento de Córdoba al proyecto de la Agrupación de Cofradías que preside Francisco Gómez Sanmiguel. Una respuesta que concreta unos datos que, en relación a sillas y palcos, quedarían lejos de las previsiones iniciales que el máximo organismo cofrade había previsto y que por tanto redundarán negativamente en el beneficio económico derivado que esperaban las hermandades.
Recordemos que la propuesta de la Agrupación preveía que el número de plazas de sillas y palcos de la actual –que pasarían de 286, cifra vigente desde 2012, a 400 en el caso de los palcos y de 1500 a 3500 en el caso de las sillas- por lo que la recaudación, por este concepto, sería superior a la existente. Sin embargo las cifras se situarían en niveles sensiblemente inferiores, en el caso de los palcos que se situarían en torno a 300, manteniéndose igual el número de sillas. Unas cifras que suponen un jarro de agua fría en relación a las referidas previsiones.
Respecto a la seguridad. El proyecto establece una anchura de cinco metros para el desarrollo del cortejo y un carril de evacuación y seguridad de 1,80 metros de anchura, que se situaría tras los palcos, como hasta ahora venía sucediendo. Adicionalmente y para contentar a las asociaciones de vecinos que habían sido beligerantes con el traslado de la Carrera Oficial, se mantendrá el antiestético pasillo para que se pueda atravesar el cortejo Nazareno.
El Ayuntamiento de Córdoba, en boca del Concejal de Presidencia, Emilio Aumente, que ha precisado que la más que presumible apertura de la segunda puerta para la próxima Semana Santa, ha manifestado además que la intención del máximo organismo municipal es renovar el convenio con las Cofradías de tal modo que sean estas las que deban encargarse en el futuro del montaje de la Carrera Oficial, algo que siempre ha sido responsabilidad logística y monetaria del Ayuntamiento.
Está por ver la influencia que podría tener esta medida en las arcas de las hermandades en caso de tener que soportar el coste de la infraestructura, considerando además que los ingresos, prácticamente no se verán incrementados.
