menu

LO ÚLTIMO

 

domingo, 15 de septiembre de 2013

Córdoba se rinde al mundo cofrade

A los pies de las cofradías. Así es cómo se despertó ayer la ciudad y también cómo se acostó. Córdoba se rindió al sentimiento cofrade más que nunca, con el recuerdo ya lejano de una Semana Santa a medio gas. La celebración del Vía Crucis Magno, una procesión que a pocos dejó indiferentes, situó en el mapa a Córdoba y puso de relieve la importancia que tiene el mundo de las cofradías en el día a día de la capital. Desde primera hora de la mañana el sentimiento, los olores -como el del aromático incienso-, los movimientos, la luz, las calles, el paseo de los transeúntes, el de los turistas ... casi todo en Córdoba cobró la vida y el sentir de los días de la Semana Santa. Ese bullicio propio de los días grandes de la Semana de Pasión en los que resulta imposible moverse con soltura por las calles del Centro y en los que se respira un ambiente festivo y también de oración y respeto. 

Desde la apertura de los templos para ver a los titulares de las hermandades -algunos como el de la Trinidad tuvieron que prolongar el horario de apertura debido al elevado número de visitas que recibió-, a los que se acercaron cientos y cientos de personas que no quisieron perderse esta cita ya histórica, hasta los bares y restaurantes -que añadieron a sus cartas platos con nombres tan curiosos de Semana Santa como arenífero de atún o albóndigas sobre palio de patatas, entre otros- y puestos ambulantes. Todos ellos se contagiaron del espíritu cofrade y convirtieron un 14 de septiembre cualquiera en una cita ya marcada en los próximos años en el calendario cofrade de la ciudad. 

Fue apenas una hora antes del mediodía cuando el ambiente cofrade comenzó poco a poco a invadir las calles de la zona cercana a la Catedral con la celebración del pasacalles Sones de fe, una actividad que contó la participación de siete bandas de cornetas y tambores de la provincia y que concitó a cientos y cientos de personas, que no dejaron de admirar la imagen y el sonido que dejaban cada una de ellas a su paso a pesar del calor que se registró a lo largo de la jornada. Entre todas ellas, el propio presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Francisco Gómez Sanmiguel, quien no dudó en acercarse a media mañana a la zona de la Puerta del Puente, punto en el que finalizaron el recorrido todas las bandas. "Hoy -por ayer- la Semana Santa de Córdoba se expone a todo el mundo y el Vía Crucis Magno puede significar algo importante", comentó Gómez Sanmiguel, quien se confesó tranquilo a pesar de la magnitud del evento y las miles de personas que se dieron cita en este punto. Por cierto, que tras este pasacalles tuvo lugar la recepción oficial que la Agrupación de Cofradías ofreció a las autoridades asistentes, entre ellos, los presidentes y representantes de las agrupaciones de hermandades de ciudades como Sevilla, Málaga, Granada, Huelva y Cáceres, entre otros, según detalló Gómez Sanmiguel. El acto tuvo lugar en las instalaciones del centro de recepeción de visitantes. 



Para ofrecer más información sobre esta procesión magna y dar respuesta a las dudas de cualquier persona, la agrupación instaló tres mesas informativas en esta misma zona. Unos pequeños expositores desde los que jóvenes de la Agrupación de Hermandades no cesaban de dar explicaciones, vender guías con el recorrido oficial del Vía Crucis Magno -al precio de un euro- o las camisetas conmemorativas de la procesión que llevaron los costaleros -a cinco euros- o resolver cualquier duda. En la instalada justo enfrente del Obispado de Córdoba se encontraba Noelia Galera, quien con su afirmación "no damos abasto" dejó constancia de la intensa actividad desde primera hora de la mañana. "Para mi es un orgullo estar aquí y participar porque el Vía Crucis Magno es un acto único y viene mucha gente de toda España", relató la joven al tiempo que entregaba la enésima guía a otro turista o cordobés que había salido a la calle sin la pertinente información para seguir el cortejo. Como curiosidad, la joven reconoció que "muchas personas vienen preguntando dónde se pueden comprar sillas para ver la procesión". 

Pero no sólo el sentimiento cofrade estuvo presente a lo largo de todo el día, también el lado económico, las referencias a la crisis y los beneficios que reportará el Vía Crucis Magno a la capital fue otro de los temas más comentados entre los asistentes, tal y como puso de manifiesto Javier Collado, miembro de la banda del Cristo de la Redención. "Además de un acto religioso, el Vía Crucis Magno le viene muy bien a la ciudad", apuntó y destacó que el acto de ayer "es el mejor escaparate para la ciudad". 

Y si Córdoba se convirtió en un escaparate del mundo cofrade, quien también dio buena fe de ello fueron los cientos y cientos de turistas que visitaron la ciudad no por el evento sino por celebraciones como la boda de un amigo. Fue el caso de Miguel Ángel Gil y su novia, Laura Jiménez, quienes llegaron procedentes de Madrid para asistir al enlace de un amigo y se encontraron con el Vía Crucis por sorpresa. "Nos enteramos ayer -por el viernes- y como la boda es por la noche esta mañana hemos aprovechado para ver algunos pasos", detalló el joven, quien se mostró muy sorprendido por "el movimiento que hay en las calles". 

Según las previsiones de la Agrupación de Hermandades, hasta dos centenares de autobuses desde las diferentes provincias andaluzas, así como de otras comunidades autónomas recalaron en Córdoba para ver cómo la capital se convertía durante casi 24 horas en el epicentro del mundo cofrade. Tanta repercusión ha tenido este acto que casi un centenar de medios de comunicación se acreditaron para informar acerca del Vía Crucis Magno, aunque finalmente apenas fueron una veintena los profesionales que se dieron cita en su espacio reservado por la agrupación. 

Los bares y restaurantes cordobeses también aprovecharon el tirón del Vía Crucis Magno y ofrecieron una estampa que tardarán el olvidar, dada la actual situación financiera. Los más demandados, los más cercanos a los templos, a la zona de la Catedral y la zona Centro, en los que fue harto complicado encontrar un hueco al mediodía para tomarse un refrigerio o comer. El sector de la hostelería ha vivido un gran fin de semana gracias a la celebración del Vía Crucis Magno. Aunque el de septiembre no es un mes flojo para el turismo en la capital, las reservas para estos días han llegado casi al 100% en los establecimientos ubicados en la zona de la Catedral. 

No en vano y dadas las características del evento, el Ayuntamiento autorizó a todos los locales retrasar el cierre en dos horas, una decisión de la que se beneficiaron todos. Y es que el reventón fue la tónica todo el día, pero especialmente la noche ofreció la imagen de veladores y restaurantes a rebosar de público y camareros ajetreados corriendo de un lado para otro. 

Y todo en un día que fuecreciendo a medida que pasaban las horas. Tras la primera explosión cofrade por el entorno de la Catedral, la actividad se volvió mucho más frenética en los templos ofreciendo imágenes parecidas a las de Semana Santa. La primera de las 18 hermandades que participaron en el cortejo magno en ponerse en la calle fue la de Merced, que partió desde San Antonio de Padua a las 16:45, una salida que llevó al barrio del Zumbacón a darse cita en torno a la parroquia y ser testigo de esta salida. Apenas un cuarto de hora más tarde el turno de salida fue para Nuestra Señora Reina de los Mártires, en pleno Centro de la capital e imagen que abrió el cortejo magno. Hasta la iglesia de San Hipólito acudieron cientos y cientos de personas que no quisieron perderse esta salida, casi extraordinaria, de la titular mariana de la hermandad de la Buena Muerte, que salió a plena luz de la tarde, cuando siempre lo hace en la madrugada del Jueves Santo, un cambio de horario que provocó la admiración de todos lo que en el entorno de San Hipólito se dieron cita. 

Igual de sorprendente fue la salida con luz de otras hermandades como la de Ánimas, desde San Lorenzo, una cofradía que sale cada Lunes Santo en horario nocturno y que ayer asombró por conservar intacto su espíritu tradicional y más que conservador. A esta salida tan diferente a la de la Semana Santa se sumó la del Resucitado, que sale a la calle por la mañana cada Domingo de Resurrección y que ayer hizo lo mismo desde su sede canónica, Santa Marina, pero por la tarde, alrededor de las 19:00. 

Y así, una a una, cada hermandad aprovechó su desfile procesional por las calles de la capital para dejar constancia también del patrimonio cofrade y del fervor que despiertan entre la población cordobesa. Es más, muchas de ellas aprovecharon esta primera parte del desfile hasta llegar al punto de encuentro establecido para llevar un paso más holgado, menos estricto, que a lo largo del Vía Crucis Magno. No hay que olvidar que el rezo del vía crucis es una oración centrada en los Misterios dolorosos de Cristo, que se meditan y contemplan caminando y deteniéndose en las estaciones que representan los episodios más destacado de la Pasión de Cristo y que, por tanto, requirió una puesta es escena mucho más conservadora que cualquier otra procesión. 

Sin duda una jornada cofrade por excelencia que va a significar, dada su repercusión, un antes y un después en la ciudad y el mundo de las hermandades.






Hoy en GdP


Buscar en Gente de Paz




WWW Gente de Paz