Los templos de San Julián, Santa Marina y Santiago fueron ofrecidos en la jornada de ayer a la Hermandad de Montesión por medio de las Hermandades de la Hiniesta, Resurrección y Redención respectivamente, para celebrar los cultos en honor su dolorosa, la Virgen del Rosario, ante la suspensión de los mismos en la iglesia de San Martín, ante las condiciones expuestas por la Hermandad de la Sagrada Lanzada, que fueron adjetivas por esta corporación del Jueves Santo como "inaceptables" en su misiva.
Fueron los hermanos mayores de esta corporaciones penitenciales los que contactaron vía telefónica con Manuel Soto, Hermano Mayor de Montesión, para ofrecerles sus respectivas sede canónicas.
En el caso de la Hermandad de la Hiniesta, José Antonio Romero, esperaba la respuesta de Montesión para hablar personalmente con su párroco, ya que se trata de una Parroquia y no ser propietarios o depositarios del templo, circunstancia que no ocurre con los otras dos templos sedes de las cofradías de la Resurrección y Redención, que se ofrecían sin ningún tipo de condiciones.
Postura firme
En la noche de ayer martes, 1 de octubre, la junta de gobierno de la Hermandad de Montesión se reunió con su Hermano Mayor al frente, Manuel Soto, para tomar una postura oficial al respecto, que fue la celebrar estos cultos en su capilla de la calle Feria, como ya se anunció en el comunicado oficial remitido el pasado lunes. De esta forma, esta cofradía del Jueves Santo agradece profundamente dichos ofrecimientos, pero los desestima dada la premura de tiempo.