El Jueves de Corpus es el día establecido para la celebración de la festividad del Cuerpo y Sangre de Cristo, anteriormente llamada Corpus Domini; o lo que es lo mismo, la festividad de la Eucaristía. Su fecha es el jueves posterior al día de la Santísima Trinidad, celebrado el domingo posterior al de Pentecostés, lo que hace que dicha festividad se celebre 60 días después del Domingo de Resurrección.
Dicho día (o el domingo posterior en aquellas diócesis donde se trasladó su celebración) tan sólo se celebrará una procesión, organizada desde la catedral o iglesia principal, a la que asistirá todo el clero de la ciudad. Sin embargo cada parroquia solía organizar con posterioridad su procesión propia, habitualmente el domingo posterior a la semana del Jueves de Corpus, y en la que participaban los fieles y clero parroquial. A dicha procesión se le denomina Procesión de Minerva, y hoy 5 de junio de 2014 nos acordamos de las procesiones de Minerva celebradas en Córdoba el Domingo 5 de junio de 1910, hace justo 104 años; por cierto, festividad del mártir cordobés San Sancho.
Dicho día (o el domingo posterior en aquellas diócesis donde se trasladó su celebración) tan sólo se celebrará una procesión, organizada desde la catedral o iglesia principal, a la que asistirá todo el clero de la ciudad. Sin embargo cada parroquia solía organizar con posterioridad su procesión propia, habitualmente el domingo posterior a la semana del Jueves de Corpus, y en la que participaban los fieles y clero parroquial. A dicha procesión se le denomina Procesión de Minerva, y hoy 5 de junio de 2014 nos acordamos de las procesiones de Minerva celebradas en Córdoba el Domingo 5 de junio de 1910, hace justo 104 años; por cierto, festividad del mártir cordobés San Sancho.
Una de ellas fue la celebrada en la iglesia de San Agustín. Al coincidir con el primer domingo del mes, los actos coincidirían con los cultos que la Asociación del Rosario Perpetuo tributaba mensualmente a la Virgen del Rosario, celebrándose a las ocho de la mañana una misa de comunión general, con armonium y motetes. Posteriormente, a las seis de la tarde habría exposición de S.D.M., Rosario, sermón, consagración a la Virgen, gozos y reserva, tras lo que se organizaría la procesión mencionada por las calles del barrio.
Por cada uno de los cultos anteriores ganaban los cofrades y asociados una indulgencia plenaria.
Sin embargo la fiesta de Minerva más importante era la celebrada en la parroquia del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral, cuya capilla se presentaba exornada con "verdadero gusto artístico" así como con una iluminación "espléndida"; iluminación repetida en varias de las capillas de la Catedral.
A las diez y media de la mañana se celebró misa cantada con sermón. Posteriormente y una vez finalizado el rezo del Rosario que comenzó a las siete de la tarde, se organizó la procesión por varias naves de la Catedral y el patio de los naranjos, anunciándose ésta con el repique de las campanas y cohetes. El cortejo estaba formado por los miembros de la hermandad del Santísimo Sacramento de dicha parroquia; grupo de alumnos del Seminario Conciliar de San Pelagio; una representación muy nutrida del clero de la ciudad; el Arcediano de la Santa Iglesia Catedral don Bartolomé Rodríguez, con S.D.M. bajo palio; varios concejales presidiendo y una sección de la guardia municipal cerrando el cortejo.
A la altura de la capilla de la Purísima se detuvo el cortejo, momento en el que se cantaron varios motetes, continuando posteriormente hasta la capilla del Sagrario donde el Arcediano dio la bendición con el Santísimo.
La asistencia de fieles fue muy numerosa durante todo el recorrido, lo que demuestra el interés y seguimiento de los cordobeses por dicha celebración.
Por cierto, esta festividad coincidía con las fiestas, triduos y otros actos celebrados en las diferentes parroquias e iglesias en honor al Sagrado Corazón de Jesús, rescatando hoy del olvido las procesión organizada con la imagen del Corazón de Jesús desde San Francisco.
En la fotografía podemos observar cómo anexo a la iglesia sobre su lienzo norte, en el lugar que hoy en día ocupan los Patios de San Francisco, existían en 1930 varias edificaciones donde tenían su sede las Escuelas del Ave María, origen de la Cabalgata de Reyes Magos de Córdoba (la primera se celebró en 1925). Casi con total seguridad los angelitos que acompañaban a la procesión y que se pueden ver en primer plano en la fotografía, serían alumnas de dichas escuelas.
David Simón Pinto Sáez
