Dios Te Salve, Reina y Madre Virgen del Carmen que colmes de bienes y gozos a tus hijos, que seas pañuelo de seda para enjugar nuestras lágrimas pecadoras y a la vez seas nuestro perdón sin escocer nuestra cara.
Dios Te Salve, Reina y Madre Virgen del Carmen que seas nuestra Guía en nuestro humilde caminar y cuando se oscurezca la noche seas Candela y Estrella de Amor, Esperanza de la Victoria, Caridad del Buen Fin, Rocío de Piedad, Merced de Gracia, Misericordia de nuestras Lágrimas, Concepción de Tú bendita Encarnación.
Dios Te Salve, Reina y Madre Virgen del Carmen que nos des tu Trinidad ante la Amargura de la Soledad, Mayor Dolor del Rosario de nuestras Penas, Paz de las Angustias Desconsoladas, Alegría ante la Tristezas, Dulce Nombre ante la Soledad y danos tu Palma ante nuestros Dolores.
Dios Te Salve, Reina y Madre Virgen del Carmen sólo así me puedo dirigir a Ti. Porque significas tanto para cada uno de tus hijos que cada día tu emblema se hace más infinito. Sé nuestra tierra a la vista en el navegar sinuoso del día a día, en el difícil contener de nuestros sentimientos o en la dulce mirada de nuestras iras.
Dios Te Salve, Reina y Madre Virgen del Carmen cúbreme con tu escapulario para que seas la meta de mi existencia. Quiero rezarte y pedirte porque sigas bendiciendo a mis hijos y a los hijos de los que no opinan como yo y a los hijos de mis amigos y a los hijos de los que no quieren ser mi amigo.
Dios Te Salve, Reina y Madre Virgen del Carmen enséñame a amar como Tú lo haces y si hubo rencor en mí, te pido perdón para que veles por mi alma y guíes por el camino de la verdad. No me dejes caer en la mentira, la envidia y el mal. Te pido que sigas siendo mi bandera marrón de belleza sin igual, que me sienta orgulloso de llevarla a lo más alto y siempre vaya erguido con la cabeza alta de tu lección diaria de Amor.
Dios Te Salve, Reina y Madre Virgen del Carmen que seas mi piedra de apoyo en mi frágil caminar para cuando caiga poder levantarme otra vez. Si cayera más de una vez, no te desesperes por mi torpeza y se la fuerza para no caer más.
Dios Te Salve, Reina y Madre VIRGEN DEL CARMEN que te bendigan los ángeles, que cantemos tu himno y seamos la legión de tus defensores a ultranza de los que no te ven así, para no caer en el triste y arrogante devenir de sus almas vacías.
A todos que disfrutemos de esta festividad como Ella, nos ha hecho que amemos a los demás a pesar de los pesares como sólo Ella nos pudo enseñar.
Pachi Giraldo
Recordatorio En mi Huerto de los Olivos: Esperando al dieciséis
