Desconozco si el presidente del Real Madrid tiene descendencia o no, uno es del Córdoba. Lo que sí parece claro es que hay cofrades en esta ciudad que lo usan como modelo, por algo lo apodaron "el ser superior". Pero no deja de venirme a la memoria, el polémico fichaje de Luis Figo en estos días y, para más sarcasmos, relacionado con cofradías.
Repasen la reciente hemeroteca de esta página y me entenderán rápidamente. Hace unas semanas, desde una candidatura a hermano mayor, (no importa cuál, me temo que el asunto se irá multiplicando) se anunciaba el pre-acuerdo con una formación musical y hace tres días lo propio con otra.
No sé si ustedes lo verán normal, pero un servidor, no. Estamos como con respecto al cambio climático, en el punto de no retorno. Imaginen que mañana se presenta otra candidatura a esa misma cofradía y anuncia contactos con otras dos bandas... Y, para rematar, ya empiezan con el tema del martillo y otra hermandad del mismo día le ficha a una de esas bandas ¿Imaginan? No está tan lejos.
Tal vez, por dar ideas, a algún futuro candidato se le ocurra pactar con una cofradía sevillana la cesión de un par de tramos de nazarenos. Más falta haría. O, tal vez, ya que tan de moda está crear páginas en las redes sociales, ir un poquito más allá y crear un canal de YouTube e ir presentando los fichajes, poquito a poco.
Lo cierto es que Florentino fichó a Figo en plenitud y se trataba de uno de los mejores jugadores del mundo. En este caso, en mi opinión (que pueden compartir o no), una de las bandas es normalita y la otra se fue porque perdió el nivel que tuvo.
Entre tanto, si de verdad creemos que el camino es el correcto, sigamos hasta ver a dónde somos capaces de llegar. A lo mejor tan lejos como cierta figura de nuestras cofradías que, según dice algún malintencionado, trató de parar un acuerdo con una banda porque se adelantó en este medio que tanto les pesa a quienes pretenden hacernos ver otra realidad y, para ello, su droga alienante es querer hacernos cargar con sus actos por el mero hecho de contarlos.
Blas Jesús Muñoz
Recordatorio El cáliz de Claudio