Blas Jesús Muñoz. ¿Se imaginan que el titular fuese exactamente ese? Para los enamorados de Tim Burton les diré que están de enhorabuena, pues el pregonero de la Semana Santa ha querido rendirle un homenaje al gótico cineasta, cuyo actor fetiche es Johnny Deep, si bien le reservó uno de sus mejores papeles a Michael Keaton en Beetlejuice.
Uno de los trajes del personaje que interpreta el Joaquín Caparrós americano fue el elegido por Juan Serrano para recibir las pastas del pregón, de manos de la Tertulia Juan de Mesa. Una innovación en el atuendo -pensaría el diestro-. Lo que nadie se habrá parado a pensar es lo que pensaría Juan de Mesa sobre a quién le entregan el cuero con la réplica de su firma.
Y puestos a pensar, pensemos en el atuendo que lucirá sobre el atril. Me decanto por un traje, mitad de luces tipo Mars Attacks, mitad Sleepy Hollow. Como una puesta en escena tipo Morante, vestido de Lord Byron. Que es, este último, el atuendo genuinamente bohemio y soñador con que los pregoneros fantasean en las noches de Cuaresma, imaginándose ante el atril.
Sería conveniente preguntar a uno de los co-protagonistas de la instantánea, si ahora encuentra, o no, una chanza o chascarrillo como el de este artículo, igual que tantas veces lo ha hallado antes para todo cuanto se le ponía a tiro.
Una imagen vale más que mil palabras y la de la entrega de las pastas es mejor que mil pregones repetidos. Córdoba se sorprende a sí misma en las vísperas de su Semana Santa que, ya antes de ser pregonada, lanza al viento su gloriosa premonición, vestida para la ocasión.
Recordatorio Enfoque: Un cabildo de ciencia ficción