Eva M. Pavón. En la fría tarde del pasado viernes tuvo lugar en San Cayetano, el III Pregón de Juventud de la Hermandad de Jesús Caído, organizado por su grupo joven, que este año tuvo el honor de pregonar Dña. Gema Castro, integrante de dicho Grupo Joven.
Tras la misa de Quinario y con una iglesia en semipenumbra solo alumbrada con los cirios que iluminaban el bello rostro del Señor de los Toreros y el foco que apuntaban a la Reina del Carmelo, la vocal de juventud y presentadora del acto, Inmaculada Pajuelo, realizaba una emotiva introducción para dar paso a la protagonista de la noche.
Comenzaba de esta manera, en el día de la festividad del Patrón de las Cofradías y cumpleaños de la pregonera, una disertación por sus sentimientos más íntimos hacia sus titulares, Ntro. Padre Jesús Caído y Ntra. Sra. del Mayor Dolor en su Soledad, sin olvidar a la Virgen del Carmen y los Santos Carmelitas Teresa y Juan de la Cruz. La pregonera transmitió, en un pregón lleno de matices y de vivencias, los nervios de cualquier Jueves Santo por la mañana y la emoción contenida de la mirada de Jesús Caído y su Bendita Madre. Hizo un repaso por el extraordinario mes de Septiembre de 2015 y consiguió templar el ambiente y los corazones de los numerosos asistentes al acto.
Gema Castro proviene del seno de una familia arraigada en Santa Marina durante generaciones así como a la Hermandad de Jesús Caído. Entre sus devociones particulares, además de sus titulares, destacan Ntra. Sra. del Carmen Coronada, Ntro. Padre Jesús de la Penas, María Santísima del Buen Fin, la Virgen del Rocío y María Santísima de la Esperanza de Triana Coronada a la cual le tiene especial devoción.
Esta joven cofrade cordobesa es un claro ejemplo a seguir para que las hermandades y cofradías de nuestra Córdoba gocen de juventud y aire fresco, construyéndose y creciendo dentro de las propias hermandades adquiriendo compromisos de responsabilidad y fe.
Foto Eva M. Pavón
Recordatorio Donde nace el Azahar: Que se pare el tiempo
Foto Eva M. Pavón
Recordatorio Donde nace el Azahar: Que se pare el tiempo